El G-23 "Delfín" fue comprado por la República Española a la empresa canadiense CC&F, que había adquirido la licencia a Grumman de su modelo FF-1. El hecho de comprar los aviones a los canadienses viene dado por el embargo que el gobierno estadounidense impuso a la venta de material bélico a los contendientes españoles. Una vez construidos, se utilizó una ficticia venta a Turquía de esos aviones para que acabaran llegando a España, aunque no en su totalidad, ya que el gobierno canadiense retuvo cierta cantidad. Parece ser que la cifra de aviones que llegaron a España varía entre 32-34. Al llegar a España, son montados en el aeródromo de Vich, y a continuación, fueron adscritos al Grupo 28 de Asalto (2 escuadrillas), con el as republicano Andrés García Lacalle al mando de la unidad. El Grupo 28 fue la única unidad de las que sólo tuvo un modelo en sus filas, que no fue en exclusiva de procedencia soviética. Los G-23 se batieron el cobre contra modelos superiores como el Bf-109, tanto en la Batalla del Ebro como en la Ofensiva de Levante.
Como dato curioso, decir que los pilotos republicanos apodaron a éste avión como "Pedro Rico" , dada la semejanza de la panza del aparato con la del obeso y poco valiente alcalde de Madrid.
El avión iba equipado con un motor radial Wright Cyclone R-1820. En España se le instalaron 3 ametralladoras Vickers de 7´7 mm, una móvil detrás del piloto y dos en el capó sincronizadas con el paso de la hélice. También se le instalaron seis posiciones subalares para transportar una bomba de 50 kilos en cada una.
|
Comentarios
Publicar un comentario